Las supersticiones de Simeone en la Champions League de 2016

Diego Simeone, el técnico argentino que ha marcado una era en el Atlético de Madrid, es conocido por su intensidad, su pasión y su particular forma de entender el fútbol. Pero más allá de su estrategia y su liderazgo en el campo, Simeone también es un hombre de costumbres y supersticiones, hábitos que, según Jesús Gámez, exjugador del Atlético, impregnan el vestuario rojiblanco.

Gámez, que compartió vestuario con Simeone, relata anécdotas que revelan la personalidad única del técnico. "Los hábitos de Diego Simeone te influyen", afirma Gámez. "Tiene una forma de trabajar muy particular, incluso en su vestimenta". El 'Cholo', conocido por su elegancia en el banquillo, repite trajes y zapatos hasta que el equipo pierde, una cábala que forma parte de su rutina.

La locura de Diego Pablo Simeone

Pero más allá de la vestimenta, Simeone también tiene otras supersticiones que sorprenden a propios y extraños. Gámez recuerda un episodio durante la semifinal de la Champions League de 2016 contra el Bayern de Múnich. "La ida se jugó en el Calderón, y Oliver Kahn se sentó en el banquillo del Atleti a tomar un café", relata Gámez. "Cuando Simeone se enteró, lo interpretó como un mal presagio".

La reacción de Simeone fue sorprendente. "Al salir a ver el partido, todo el banquillo olía a vinagre", cuenta Gámez. "Le pregunté al utillero y me dijo que era para ahuyentar la mala suerte o los malos espíritus". La superstición funcionó, ya que el Atlético ganó 1-0.

Se repitió en la vuelta

La misma escena se repitió en el partido de vuelta en Múnich. "Todo el vestuario olía a vinagre", recuerda Gámez. "Había funcionado en la ida, así que Simeone quiso repetirlo". El técnico argentino no dejaba nada al azar, y sus supersticiones se convertían en parte del ritual del equipo.

Las anécdotas de Gámez revelan la influencia de Simeone en el vestuario. Su personalidad, sus hábitos y sus supersticiones se convierten en parte del día a día del equipo, creando un ambiente único y particular.

Simeone, un hombre supersticioso

Más allá de las supersticiones, Simeone también es conocido por su exigencia y su intensidad en los entrenamientos. Gámez destaca su "forma de trabajar muy particular", que influye en los jugadores y los motiva a dar lo mejor de sí mismos.

La figura de Simeone trasciende el ámbito deportivo. Su personalidad, sus hábitos y sus supersticiones lo convierten en un personaje único en el mundo del fútbol. Un técnico que, según Gámez, impregna el vestuario rojiblanco con su esencia y su particular forma de entender el juego.