Por David Arengas
La polémica sigue viva en el Metropolitano. Una semana después del empate ante el Sevilla, el Atlético de Madrid sigue sin entender cómo el árbitro Alberola Rojas no señaló un claro penalti sobre Conor Gallagher. La jugada, en la que el portero sevillista tocó al jugador colchonero dentro del área impidiendo su remate, ha generado un gran revuelo en el entorno rojiblanco.
Desde las oficinas del club se asegura que la falta no solo era evidente, sino que además merecía ser revisada por el VAR. Sin embargo, el colegiado ni siquiera acudió al monitor para analizar la jugada, lo que ha generado un profundo malestar en el Atlético.
"No entendemos cómo una acción tan clara no haya sido sancionada", afirmó un portavoz del club. "Es evidente que ha habido un perjuicio para nuestro equipo y nos sentimos agraviados".
Las quejas del Atlético de Madrid no se basan únicamente en un caso aislado. Un análisis de las estadísticas de penaltis pitados en los equipos de la parte alta de la tabla revela una clara disparidad. Mientras que el Real Madrid ha disfrutado de siete penaltis a favor y el Barcelona de cuatro, el Atlético solo ha tenido uno.
Esta diferencia resulta llamativa teniendo en cuenta que tanto el Atlético como el Real Madrid y el Barcelona son equipos que generan un gran número de ocasiones de gol y que suelen jugar en campo contrario. La falta de penaltis a favor del equipo colchonero contrasta con la cantidad de ocasiones claras de gol que se han producido en sus partidos.
En el Atlético de Madrid se siente un profundo sentimiento de injusticia. Los dirigentes y los aficionados consideran que su equipo está siendo perjudicado por los árbitros y que no se le está tratando con la misma vara que a otros equipos.
"Nos sentimos perjudicados y creemos que esto está afectando nuestras opciones de luchar por el título", afirmó un directivo del club. "Esperamos que en los próximos partidos haya más justicia y que se apliquen los mismos criterios para todos los equipos".
Varios exárbitros y analistas deportivos han coincidido en que la acción sobre Gallagher debió ser sancionada como penalti. Sin embargo, también han señalado que la interpretación de las jugadas es subjetiva y que los árbitros tienen un margen de error.
Esta situación podría tener consecuencias a largo plazo para el Atlético de Madrid. Si el equipo sigue sintiéndose perjudicado por los árbitros, podría generar un clima de desconfianza y afectar la moral de los jugadores. Además, podría provocar una mayor tensión entre el club y la Federación Española de Fútbol.
En cualquier caso, lo cierto es que la polémica está servida y el Atlético de Madrid ha puesto el dedo en la llaga. La pregunta ahora es si la Federación tomará medidas para garantizar una mayor equidad en el arbitraje.
21/12/2024
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