Diego Simeone enfureció, Atleti ya busca reemplazo para uno de sus lesionados

Atlético de Madrid está con un gran rendimiento, puesto que el Cholo Simeone consiguió quitarse esa etiqueta de ser un entrenador defensivo, para transformarse en uno con mucho poder ofensivo, algo que ha quedado evidenciado en la cantidad de goles que ha marcado la institución en La Liga a lo largo de los seis partidos que ha disputado el equipo.

La institución madrileña ha conseguido anotar un total de 18 goles y recibir siete en siete choques ligueros, siendo un gran rendimiento a favor del equipo del Cholo. Los jugadores que han aportado con gol han sido: Antoine Griezmann, Álvaro Morata, Memphis Depay, Marcos Llorente, Ángel Correa, Nahuel Molina, Samuel Lino, Pablo Barrios y Rodrigo Riquelme.

Memphis Depay marcó el mejor gol del mes de agosto y todo parece indicar que será el mejor de la temporada, siendo muy difícil de superar el misil con el que le marcó al Granada en el debut liguero. El ariete neerlandés le ha aportado en gran medida al equipo con sus goles, siendo determinante para el Cholo Simeone desde que ingresa, puesto que le aporta mucho a la generación de juego.

A pesar de ser una pieza fundamental, Memphis no ha tenido buena suerte con las lesiones, debido a que las mismas que ha tenido, le han hecho perderse más partidos de los que lleva jugados. El neerlandés ha disputado 13 partidos y se ha perdido 14 por lesión desde su llegada en el mes de enero, siendo un gran problema para la institución sus constantes lesiones.

Malas noticias para el Cholo

Hace unas semanas, el ariete se recuperó de una lesión muscular y regresó para enfrentarse al Real Madrid, pero en el entrenamiento previo al duelo con Osasuna, sufrió una recaída en su lesión en el soleo, quedando por fuera, otra vez. Ahora, según informa el medio Fichajes.net, Atlético de Madrid está contemplando seriamente vender al neerlandés, ya que sus constantes lesiones impiden que esté en óptimas condiciones para jugar y buscarían la forma de venderlo antes de que sea demasiado tarde, siendo un golpe duro para el jugador y el entrenador.