Antoine Griezmann, un ejemplo de superar los bajones futbolísticos

Desde la salida de Griezmann del Atlético de Madrid al FC Barcelona, su nivel había bajado considerablemente. La adaptación le costó muchísimo, no lograba adecuarse al estilo de juego de los Culé y no encontraba su lugar en el campo de juego. A pesar de que convertía goles, no era el mismo jugador del Colchonero. 

Tal fue el mal rendimineto que tuvo, que dejó de estar considerado como uno de los mejores en su posición y ha salir en varios partidos desde el banquillo. Hasta que el FC Barcelona se cansó de él y le terminó buscando una salida. Aquí es donde volvió a aparecer el Atlético de Madrid, obteniendo el regreso del francés a préstamo.

Más noticias del Atlético de Madrid:

Querían venderlo y ahora renovarán su contrato, nadie entiende los planes de Cerezo

Joao sigue generando problemas en el Atlético, su futuro en el club es incierto

En su regreso, seguía sin convencer al fútbol mundial de que todavía tenía mucho para dar. Las dudas en él aumentaban, y varios pensaron que ya no vovleríamos a ver su gran nivel. Sin embargo, en los últimos meses del 2022, Simeone y Deschamps le plantearon un cambio de posición, pasando a jugar de mediocampista, ser un nexo.

Esta modificación en su juego, resultó ser más que positiva. Antoine Griezmann se empezó a sentir más cómodo en su nueva posición, encantado con su rol de organizador y asistidor. Con esto, el francés encontró su mejor versión. En el Mundial,fue considerado el mejor mediocampista de la Copa, y se volvió a ganar el respto de todos, luego de los difíciles años que pasó con su bajón futbolístico.

Simeone llenó de elogios a Griezmann

Esto decía el Cholo en la conferencia de prensa sobre el francés: ‘Tendríamos que irnos a siete días previos al Mundial, donde jugó como jugó ante el Almazán. Recuperó el afecto de la gente y el campo habla. Es una buena imagen para sus compañeros. Queriendo los jugadores llegan a un nivel importante. Es un jugador extraordinario pese a que muchos, muchos,pensaban lo contrario.’