Aplausos y silbidos por parte de la afición hacia Simeone y el equipo

Atlético de Madrid salió con una obligación en el Cívitas Metropolitano, ganar para achicar diferencias con los líderes Barcelona y Real Madrid. El ambiente previo no era el mejor por los últimos resultados del equipo. En la semana unos hinchas pusieron una pancarta en la práctica con un mensaje de que iban a alentar a un equipo digno, no a uno sin espíritu y alma.

Además, parte de la afición dijo que iba a hacer huelga en las gradas y otros directamente no entraron al estadio en modo de protesta. Recién ingresarían en el segundo tiempo a alentar a sus jugadores. En los primeros 15 minutos del encuentro, el conjunto rojiblanco fue más que Espanyol. El equipo salió a proponer fútbol y comenzó a atacar a su rival para marcar.

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Atleti consiguió 10 puntos de los últimos 15 posibles. A los 28 minutos, la visita se quedó con un jugador menos tras la expulsión del defensor Leandro Cabrera, ex Atlético, tras agarrar al delantero Álvaro Morata cuando se escapaba solo hacia la portería. último hombre y afuera. Los dirigidos por Simeone tuvieron más posesión y remates al arco que los Pericos.

Primer tiempo flojo y signos de preocupación en la cara de Diego Simeone. Atlético de Madrid deberá aprovechar que cuenta con un jugador más en el campo de juego y deberá cortar la mala racha que acumula de local, donde le cuesta ganar más que en condición de visitante. Hay que sumar de a tres para focalizarse en las eliminatorias de la Copa del Rey ante Almazán.

Reclamo de la afición

El fondo Sur se vació durante la primera mitad para dar paso a la gente en la segunda, pero con la característica de que estuvieron sentados y sin animar al equipo, como anticiparon en las redes sociales del grupo radical Colchonero. El resto del estadio mostró su apoyo al Cholo, con cánticos de aliento hacia el técnico argentino, pero a la vez hubo algunos silbidos.