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El Papa Francisco le pidió ayuda a los médicos de Atlético de Madrid

El Vaticano recurrió al cuerpo médico del Colchonero por un problema que tiene el Pontífice, desde hace un tiempo atrás, en sus rodillas

Por Juan Gomez

El Vaticano recurrió al cuerpo médico del Colchonero por un problema que tiene el Pontífice, desde hace un tiempo atrás, en sus rodillas

La relación de Atlético de Madrid con el máximo responsable de la iglesia católica siempre fue magnífica. Cuando inició la era de Diego Simeone como entrenador del club, una comitiva del cuadro Colchonero visitó el Vaticano y tuvo una pequeña audiencia con el anterior pontífice, Benedicto XVI. Además, Ángel Correa también recibió un llamado de Jorge Mario Bergoglio.

El delantero ex San Lorenzo tuvo que ser operado por un problema en el corazón y fue apoyado por el arzobispo, quien fue reemplazado por el Papa Francisco. En esta ocasión, el religioso argentino se comunicó con el jefe de los servicios médicos de Atlético, José María Villalón, profesional de décadas en el ámbito de la traumatología y medicina deportiva por su problema.

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El Papa tiene problemas en la rodilla y eso lo obliga a caminar con bastón o a moverse en silla de ruedas: “Tanto la Conferencia Episcopal como la Nunciatura del Vaticano en España pidieron ayuda al grupo de especialistas dada la situación que atraviesa. Lo vemos en silla de ruedas y nos preguntaron si podemos ayudarlo a mejorar su movilidad y detener su proceso artrítico”.

Según explicó el responsable del club, el Papa tiene “un proceso artrósico que afecta a varias articulaciones. A veces empieza con una articulación y otras articulaciones se deterioran porque se cargan más de lo necesario. Por otra parte, el médico habló de su gran personalidad: “Está muy bien, psicológicamente, lúcido, es un hombre muy simpático, afable y le gusta el fútbol".

Soluciones sin pasar por el quirófano

“Es un paciente muy terco en el sentido de que hay propuestas quirúrgicas que él no quiere. Necesita que le ofrezcan un tratamiento más conservador para que acepte. Es una responsabilidad ya que se trata de poner en forma una figura mundial. No es un paciente normal por su gran actividad, quizás el Papa lo tenga más difícil por sus horarios complicados”, señaló.

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