La furia del Cholo Simeone con Josema Giménez, insólita decisión con el charrúa

Atlético de Madrid logró derrotar a la Lazio por la jornada seis de la UEFA Champions League, consolidándose como líder del grupo E, mismo en donde fue el único equipo que no conoció la derrota, sellando un pase a octavos de final como invicto, ya que consiguió dos empates y cuatro victorias, siendo el segundo equipo con más goles de la fase de grupos con 17 anotaciones totales.

El cuadro Colchonero inició el partido de la mejor manera, pues al minuto seis, Samuel Lino consiguió recuperar el balón, luego de una enorme labor, para darle el pase gol a Antoine Griezmann, que no perdonó en su partido 100 en el Cívitas Metropolitano y quedó a dos goles de igualar a Luis Aragonés como el máximo anotador en la historia del club madrileño.

En el segundo tiempo, al 51, Samuel Lino se encargaría de poner un misil al ángulo para sentenciar el encuentro y ganarse el MVP del encuentro. A pesar de que el equipo jugó muy bien, siendo bastante intensos en la recuperación de la pelota, hubo un jugador que no estuvo a la altura y lastimosamente, se trata de Josema Giménez, que viene en un bajón de nivel en esta temporada.

El uruguayo tuvo una de sus peores noches, pues cometió errores que no son habituales en él, regalando mucho la pelota, perdiendo la marca y llegando a destiempo en muchas oportunidades. Vio la amarilla por un codazo sobre Ciro Immobile sobre el final del primer tiempo, siendo esta la acción definitiva para que el Cholo Simeone tome una drástica decisión con el defensor charrúa.

Furia total del Cholo

Este mal desempeño de Josema, por poco, permite la igualdad de la Lazio, por lo que en el entretiempo fue sustituido por Caglar Soyuncu, que jugó toda la segunda mitad, liderando a una zaga defensiva que estuvo muy organizada, algo que no sucedía con el uruguayo en el terreno de juego. Para el siguiente partido, el turco se perfila a su primera titularidad, misma que se ha ganado a pulso, pues siempre ha mantenido un enorme desempeño, las pocas veces que el entrenador le permite ingresar al terreno de juego.