Llegó a coste cero, pero no rindió y se despidió muy discretamente del Atleti

Atlético de Madrid atravesó por una temporada atípica desde que el Cholo Simeone asumió como el entrenador del equipo por allá en el lejano 23 de diciembre del año 2011, puesto que desde el inicio las cosas no salieron bien y se recibía un batacazo, ya que quedaba eliminado de la UEFA Champions League en fase de grupos, quedando como último del respectivo grupo.

Gracias a esto, el club no logró la clasificación a la Europa League, por lo que solo quedaban en disputa la Copa del Rey y La Liga. Sin embargo, esto tampoco duraría mucho, por el hecho de que el Real Madrid volvía a dar un batacazo y eliminaba al cuadro Rojiblanco de la copa, haciendo que solo quedase en disputa La Liga, quedando bien atrás de los puestos más altos.

En medio de esto llegó el Mundial de Qatar, dándole el tiempo suficiente al Cholo para poder revertir todos los malos resultados que primaron en el club, por lo que la directiva hizo solamente dos incorporaciones, desembolsando tres millones de euros por Memphis Depay. El otro jugador fue Matthew Doherty, llegando como agente libre.

El lateral derecho irlandés no contaba con el gran desempeño que demostró Nahuel Molina, por lo que no pudo gozar de alguna titularidad, ni siquiera cuando el argentino estuvo ausente por acumulación de tarjetas amarillas, llegando a disputar tan solo 12 minutos en aquella goleada por 6-1 al Sevilla en el Cívitas Metropolitano.

Un paso fugaz, sin mucho brillo

Luego de aquella docena de minutos, nunca más volvió a disputar ningún minuto en algún otro encuentro, por lo que la directiva, junto con el Cholo, tomaron la decisión de no renovarle el contrato que tenía una vigencia de solo seis meses, por lo que se despidió de la institución con solo 12 minutos jugados en seis meses, haciendo que su paso sea uno de los peores en la historia del club.