Por Juan Gomez
El mercado de pases no fue lo que todos los aficionados del Atlético de Madrid soñaban o al menos podrían imaginarse de manera más realística, en especial cuando su equipo se ubica entre los candidatos a pelear por el título de La Liga y debe hacerlo ante dos monstruos económico como lo han sido siempre el Real Madrid y el FC Barcelona.
Diego Simeone solo sumó tres refuerzos tras una temporada 2021/22 caótica, con más altibajos que altos y con una inestabilidad futbolística que se vio reflejada en una zona que le permitió construir su gloriosa era como entrenador colchonero: la defensa. Y si bien necesitaba afianzar esa zona con centrales, el Cholo pudo sumar a dos laterales (Nahuel Molina y Sergio Reguilón) y un mediocentro al que reconstruyó como zaguero (Axel Witsel).
Ya con el mercado de pases finiquitado y haciendo planes a futuro con respecto a la plantilla, el Atlético de Madrid ya pone el ojo en dos jóvenes promesas. Sin embargo, para sorpresa de propios y extraños en futuro ninguno de ellos se desempeña en el primer tercio del campo de juego, ambos de corte ofensivo.
El primero es el delantero Iker Bravo, jugador español de 17 años que se desarrolla en el Bayer Leverkusen y en las selecciones inferiores, que a sus vez tiene intenciones de regresar a su país natal. El Colchonero piensa en una cesión como paso inicial. El segundo es Roger Fernandes, un extremo nacido en Guinea-Bissau formado en el SC Braga de Portugal.
Las incorporaciones no sólo llegaron para el equipo principal del rojiblanco y las joyas del futuro no sólo son seguidas a la distancia. Para la campaña 2022/23, el Atleti B sumó al lateral derecho Martín Ginzo, quien llega desde el Lanús de Argentina con su categoría 2002 y lo hace en condición de cedido hasta final de la temporada.
29/02/2024
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