Por Juan Gomez
Atlético de Madrid ha tenido las dos primeras jornadas de La Liga muy contrastantes, puesto que en la primera se consiguió una contundente victoria por 3-1 frente al Granada en el Cívitas Metropolitano, para luego viajar al Benito Villamarín e igualar por 0-0 en un partido donde solo se generó una ocasión clara de gol, que se fue desviada por encima del travesaño.
Esto no es una coincidencia, pues el equipo no pudo contar con Koke Resurección desde el partido anterior. Contra Granada tuvo una lesión en el muslo derecho, saliendo sustituido a los cinco minutos de iniciado el duelo liguero. Pablo Barrios fue el que ingresó y le dio el manejo de balón que tanto pide Simeone y del que se encarga el capitán.
En la semana previa al duelo contra Betis, el sucesor Barrios tuvo problemas físicos, por lo que llegó con lo justo a Sevilla. Para no arriesgarlo, Simeone alineó en el pivote a Rodrigo De Paul, quien no pudo llenar las botas del lesionado capitán. El canterano ingresó, pero no pudo hacer mucho más. La ausencia del veterano jugador deja en evidencia un problema del Atlético de Madrid.
La temporada pasada, Atlético de Madrid disputó un total de siete partidos sin Koke, donde solo ganó uno, justamente contra el Betis. Le siguieron tres empates contra Rayo, Leverkusen y Espanyol, para salir derrotados en tres oportunidades más, Porto, Cádiz y Barcelona. Sin el capitán manejando el barco en la zona medular, a Simeone se le hace muy difícil ganar, tal y como sucedió en el Benito Villamarín.
29/02/2024
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