Un Atlético de Madrid deprimido sigue sin sumar de a tres en condición de local

Si bien Atleti no arrancó dormido como en los anteriores partidos en los que les marcaron a los pocos minutos de iniciado el juego, otra vez se volvió a notar la falta de contundencia e intensidad que pidió el entrenador Diego Simeone en la previa del encuentro. Este empate es un punto importantísimo para Espanyol, que se encuentra en los últimos puestos de la tabla.

En cambio para Atlético vuelven a ser dos puntos perdidos en el Metropolitano, que volvió a demostrar su descontento por la falta de eficacia del equipo. Hubo huelga en las gradas. El Cholo deberá trabajar demasiado para levantar la moral de sus jugadores y poder dar vuelta la página, pero eso se consigue con resultados y los mismos siguen sin aparecer una vez más. 

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El ingreso de Ángel Correa en el entretiempo por su compatriota Rodrigo De Paul cambió bastante la cara del conjunto rojiblanco, que terminó llegando al empate tras el ingreso de Joao Félix. Sí, el luso lo hizo otra vez y entrando desde el banco de suplentes. Lo que sorprendió es que en su festejo desafió a la afición y se los quedó mirando durante unos segundos.

Esto se debe a que parte de la afición considera que es un jugador que no termina de sumar del todo debido a las polémicas en las cuales se sumó en los últimos tiempos. Además, como todos ya saben, su relación con el Cholo no es de las mejores. Se especula con que el futbolista deje al club madrileño en el mercado de pases de invierno por los pocos minutos en cancha.

Aplausos y silbidos para Simeone en la previa

La afición estuvo muy repartida en el partido ante el cuadro perico. Por un lado mucha gente tomó la decisión de quedarse afuera del estadio y recién ingresar en el segundo tiempo y por otro un parte de la afición aplaudió a Diego Simeone y otros silbaron para que deje el cargo de entrenador. La paciencia se acaba y con estos resultados le queda poca vida al argentino.